Percent sign in magnifying glassHan pasado varios meses ya desde que J.S.S murió mientras participaba en el ensayo clínico que hacía una multinacional farmacéutica en una ciudad del oeste de España. La compañía buscaba probar la eficacia y seguridad de una substancia en adultos con lupus. Pero el medicamento baja las defensas del sistema inmunitario del paciente y una infección acabó con la vida de este hombre. Cabría pensar que, ante un suceso como el descrito, la compañía farmacéutica a la que prestaba sus servicios J. se pondría en contacto con la familia, ofrecería sus condolencias y haría todo lo posible por paliar su sufrimiento.

Pero la familia, su mujer y su hijo -muy afectado psicológicamente por la pérdida de su padre-, no han recibido la más mínima muestra de condolencia por parte del laboratorio, incluido en el top ten de la industria farmacéutica y cuya facturación anual asciende a unos 30.000 millones de dólares.

La disponibilidad de la empresa farmacéutica a cumplir lo que la ley dispone y las pruebas demuestran parece nula. Sólo dan largas, buenas contestaciones vacías  de contenido, cuando no mentiras demostrables y manipulaciones o echar la culpa a otros, que no hacen sino aumentar la ansiedad de la familia.

El Bufete Almodóvar & Jara mediante su marca Bufete RAM está representando a la familia en la mediación con el laboratorio.

Puede leer más sobre este caso en el blog de Miguel Jara, nuestro director de Comunicación.